lunes, 6 de abril de 2015

AMORES DE PRIMAVERA

Pues nada queridos, feliz entrada de primavera.

Recuerdo con nostalgia cuando estaba más viva aquellas noches alrededor de una hoguera con todo el pueblo reunido, nosotras con nuestras galas y acicaladas , como los varones se lo trabajaban arduamente,..¡ para poder siquiera intercambiar unas palabras!, pues estaba mal visto que nos sentáramos libremente a charlar unos con otros, ¡Ah, que tiempos aquellos!

Pues en este renacer de absolutamente todo mi otro yo Marie de la Boheme se ha ido a eso, a celebrar su particular primavera, que se nos ha enamorado vamos, "_¡ con la guerra que dan los vivos_!" le decía yo cuando anunció que me dejaba a solas con nuestras sombras y aparecidos un tiempecito para ir a buscar a su amor.

Así que anduve errante y desorientada por las estancias intentando no autolesionarme (a ella le gusta estar presente) hasta que volvió, no tardando mucho, por eso mismo, por que los vivos son muy pesados a veces y claro, la pobre acostumbrada a nuestra época victoriana en la que te cortejaban galantemente se ha encontrado una sociedad medio loca (loca total, mejor dicho), digna de estudio de nuestros doctores cuando aún vivían.

Ya le dije que no se preocupara, que la culpa no era de ella sino de la sociedad, pues la requerían para situaciones que en nuestra época sin la aprobación de nuestras familias hubieran sido inviables, pobre Marié... que decepción se llevó.

En fin, lo importante es que ha vuelto (sin vivos,mejor, que son muy raritos) y ha retomado conversaciones con una de las sombras que se aparece a eso de las tres de la tarde en la misma pared en la que antaño emparedaron a uno no sabemos aún por qué.., y la veo mucho más contenta. Ya tenían algo de antes creo yo... pero sí, el cortejo decimonónico la sienta mucho mejor, dónde va a parar.

Aquí os dejamos el documento que lo atestigua, esta vez hecho por un valiente fotógrafo del que nada más se supo después. Que favorecida está.